Mural realizado en el año 2014 en la Ciudad de Coronel Moldes de la provincia de Salta.
Autores: Jesus Walpaq Flores, Julian Rouray y Martin Marin.
Fotografia: Diego Maita.
Autores: Jesus Walpaq Flores, Julian Rouray y Martin Marin.
Fotografia: Diego Maita.
MADRE TIERRA…de
donde venimos y a donde vamos.
La Pachamama es
una creencia incaica que ha sobrevivido y se ha transmitido a través de las
generaciones mediante el lenguaje verbal. En especial en toda la provincia
de Jujuy donde la gente de la montaña continúa venerándola como hace siglos;
aunque profesen intensamente la fe católica. Muchas son las oportunidades en
donde se le rinde culto: cuando comienza la siembra, en tiempo de cosecha, en
las “señaladas”, en el mes de Agosto, al inaugurar una vivienda o durante el
carnaval. Motivos como agradecimiento y pedidos hacen que este ritual tome
fuerza en las familias jujeñas. Siendo la ocasión propicia para compartir con
familiares y amigos cercanos al corazón.
Pachamama,
deriva de la voces quichua Pacha: Tierra o mundo y Mama: madre; y simboliza la
fuerza reproductora de la naturaleza.
Así como el 21
de junio se celebró el Día del Inti Raymi, o culto al sol, ahora se homenajeará
a la Madre Tierra, en coincidencia con la actividad agrícola, porque ya las
comunidades indígenas comenzaron la ruptura de la tierra, preparándola para la
siembras para los cultivos.
La ceremonia consiste en cavar un hoyo en el patio
de la casa, en los campos o corrales y donde cada miembro de la familia “alimenta”
a la pacha con comida, que naturalmente debe ser la mejor servida para
congraciarse con la Pachamama, que “todo lo da y todo lo quita en esta vida
terrenal”, en señal de agradecimiento y para pedirle la buenaventura para el
año venidero. También se le ofrece alcohol,
vino, chicha, yerbiado (mate con alcohol), comidas típicas, frutas y hojas de
coca en forma de cruz con un cigarrillo prendido sobre la tierra para que
“ella” fume. A este ritual de “dar de comer a la tierra” se lo denomina
“corpachada” y se lo cumple mirando hacia el este.
Al finalizar,
una persona mayor echa tierra al pozo, enterrando por encima botellas de vino,
cerveza y alcohol. A continuación se coloca una piedra para señalizar el lugar
hasta el año próximo, donde se realiza nuevamente la ceremonia.
Durante o
después de este rito, cerca del pozo y dentro de la casa, se debe mantener
prendido un sahumerio preparado con brazas incandescentes al que se le agregan
hierbas aromáticas autóctonas como la coa y el pular además de hojas de coca y
de eucaliptos, para que purifiquen el lugar y procura alejar los “malos
espíritus” de las pertenencias más queridas, y que incluyen también a las personas.
Todo esto tiene
su preparativo, esta celebración se incorpora a la vida cotidiana. En los
pequeños comercios ambulantes y fijos, se venden los sahumerios de distintos
tamaños, preparados con hierbas aromáticas, yerba, lana de oveja de colores y
cebo de velas, con figuras de casas, coches y el signo peso, entre otros
pedidos, confeccionados en yeso.
En el mundo
andino, se cree que si se rinde homenaje a la Pachamama, habrá un año sin
mayores problemas económicos y de salud, y aunque los hubiera, la Madre Tierra
sabrá mitigarlos, y además se supone que quien pasa el mes de agosto,
considerado el más aciago, podrá estar bien todo el año.
El temor a las
desgracias, sobre todo en la salud, se debe a que para esta época comienza a
correr el viento norte, equivalente al zonda en la zona cuyana, cuyas
características son un aumento de la temperatura o falso verano, y carencia de
humedad, que sienta muy mal a las personas con problemas cardíacos y a
hipertensos.
Agosto es el
mes de la Pachamama y para los pueblos andinos, es un mes de fiesta, pero
también para armonizar la relación del hombre con la naturaleza.
ORACIÓN A LA MADRE TIERRA
Damos Gracias a
nuestra Madre la Tierra, que nos sustenta.
Damos Gracias a
los ríos y arroyos, que nos ofrecen su agua.
Damos Gracias a
las hierbas, que curan nuestro cuerpo y espíritu.
Damos Gracias
al maíz y a sus hermanas, semillas y calabazas, que nos dan la Vida.
Damos Gracias a
los árboles y arbustos, que nos proporcionan sus frutos y su oxígeno.
Damos Gracias
al viento, que al mover el aire se lleva todo lo que enferma.
Damos Gracias a
la Luna y las estrellas, que nos dan su luz
y nos recuerdan
la luz que llevamos dentro.
Damos las
Gracias al Sol, fuente de la Vida, que ha mirado la Tierra con ojo benefactor.
Damos las
Gracias al fuego, que nos permite cocinar los alimentos
y
mantiene viva la llama
del
hogar, renueva, regenera, transforma.
Damos las
Gracias al agua, fuente de la Vida, por enseñarnos a fluir con el Todo.
Damos las
Gracias a nuestros hermanos los animales, por mostrarnos el camino del instinto
y el Amor incondicional, por enseñarnos a Ser uno con la Naturaleza.
Damos las
Gracias a la Vida, que siempre se abre paso y estar viva es el mayor
regalo,
el mayor viaje, la mayor aventura, el mayor misterio.
INVOCACION PARA LA NUEVA SIEMBRA; del quechua original:
Pachamama llajtayoj
Upii, acullii sumaj mukhukhui
Kai jallpha sumaj kanampaj
Pachamama sumaj mama
Kusilla, kusilla
Allinta purichun yuntas
Amataj saikhuchunjuchu
Allinta muju puhtuchun
Amataj ima saira kachunchu
Amataj qasa jappichunchu
Allintaj poqochun
Qamantan mañakuiku
Jinataj qopuguaiku
Kusilla, kusilla
Traducción al español:
Pachamama de estos lugares
Bebe, masca la coca y come a gusto esta ofrenda
Para que sea buena esta tierra
Pachamama buena madre
¡Se propicia! ¡Se propicia!
Haz que caminen bien los bueyes
Y que no se cansen
Haz que brote bien la semilla
Que no le suceda nada malo,
Que no le tome la helada,
Que produzca buena cosecha
A ti que te pedimos.
Dánoslo todo
¡Se propicia! ¡Se propicia!
Bibliografía: “Identidad Purmamarca Jujuy”
de Lucy Vilte.
Fuente: Biblioteca Popular de Jujuy.
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