Piedras, una técnica muy antigua de cocción, poco difundida y apreciada

Las piedras han sido desde antiguo elementos que han jugado un papel importante en la cocina, sin embargo no todas las culturas las han adoptado dentro de su sistema culinario.
En la cosmovisión de muchas culturas la piedra simboliza lo imperecedero y también el poder de las divinidades. En la primera fase de las sociedades humanas la lasca fue la materia prima para fabricar armas y utensilios, por lo cual hubo un vasto conocimiento sobre sus cualidades, como por ejemplo el que algunas al frotarse desprendían chispas y otras que caían del cielo como los meteoritos. También en varios relatos cosmogónicos dioses y humanos se originan de rocas y peñas.
En algunos relatos Wiracocha habría engendrado primero un mundo oscuro, el cielo y la tierra, y luego una raza de gigantes. Éstos desobedecieron su mandato de vivir en paz y adorarlo, por lo que los trastormó en piedra y les mando un diluvio. Después creo a otros humanos, pero decidió engendrar un mundo mas perfecto prodigando la claridad. Por último es interesante señalar que los aymaras llaman apacheta a un conjunto de piedras que constituye un espacio sagrado al cual hay que retribuir en rezos u ofrendas. También hay piedras sagradas (waka qala) que están imbuidas del poder de las huacas -espíritus protectores cuya fuerza está en determinadas rocas- y otras con la cintura angostada formada por el rayo que son consideradas igualmente sacras. En las tradiciones culturales del norte, centro y sur de Chile se encontraron múltipes sentidos asociados a las piedras, las que constituyeron asimismo una materia milenariamente utilizada, de acuerdo a los registros arqueologicos, en el espacio de la alimentacion. Cuando se conocio la manipulacion del fuego, las piedras fueron combustible y contenendores de la coccion de muchos productos. Por otro lado los primeros morteros, moledores, recipientes que sirvieron - y en muchos lugares todavia lo hacen- para la preparacion  de harinas y un sinnumerode alimentos, pertenecieron asimismo al universo de lo petreo. Los sonidos de las piedras qie se calientan, sus estallidos, constituyen viejos ecos de las cocinas prehispánicas, entendiendo éstas como el engarce de muchas tradiciones culinarias, y donde lo indigena tiene un peso crucial aunque no reconocido.
Con el fin de difundir comidas y métodos de cocción utilizados por nuestros antepasados, es que los invito a incorporarlos en nuestra cocina diaria. No solo horraremos de dónde venimos y quiénes somos, sino que descubriremos las propiedades y beneficios que las piedras brindan a nuestra alimentación. Vamos a juntar piedras !!!
La recolección de piedras puede ser un acontecimiento ideal para desconectar con la rutina y disfrutar de la naturaleza. Buscar en lugares cercanos a ríos, cerros o montañas, estos sitios están cargadas de la energía que, aunque no lo crean, se transmiten a los alimentos también.  Para esta preparación, es preferible  juntar piedras  redondas y 4 o 5 cm de diámetro. Una recomendación es también llevar piedras de diferentes tamaños y formas: planas, ovaladas, chicas,  medianas, grandes,  etc. que nos servirán más adelante para otras recetas.
Al regreso, prendemos la cocina, colocamos las piedras a fuego directo sobre alguna hornalla. También pueden calentarse con fuego de una parrilla.
Dejamos que  poco a poco estas piedras vayan tomando temperatura. Después de unos minutos seguramente habrá algunas que se partan o salten fuera del fuego, esta es la señal para descartarlas.

SOPA DE PUERROS A LA PIEDRA


INGREDIENTES:

  • 2 puerros
  • 1 Cebolla
  • 1 diente de ajo
  • 1 papa mediana
  • 500 cc Caldo de verduras
  • c/n Sal y pimienta
  • c/n Pimentón dulce
  • c/n Orégano seco
  • 1 cda. Crema de leche
  • c/n Queso rayado

PROCEDIMIENTO:





1.- Calentar a fuego medio una olla de hierro con piedras redondas en su interior. Pueden calentarse a fuego directo también, el fin es calentar las piedras para utilizarlas en la cocción.














2.- Preparar  la mise en place con todos  los ingredientes: cortar los puerros, la cebolla, la papa y el diente de ajo en brunoise (cubitos pequeños de 1 – 2mm). Calentar el caldo de verduras.










3.-  Colocar una olla al fuego e introducir las piedras. Calentar nuevamente.














4.- Agregar el ajo, las cebollas y el apio sobre las piedras calientes. Revolver con cuchara de madera hasta que las cebollas se vean transparentes, cuidando que no se quemen.










5.- Incorporar la papa cortada y mezclar por un minuto.

























6.- Agregar el caldo caliente a la preparación de verduras. Cocinar a fuego bajo hasta que la papa haya cocido totalmente.











7.- Retificar los sabores, es decir, comprobar que la sal y pimienta sean las necesarias para realzar todos los sabores.




8.- Apagar el fuego, dejando reposar por unos minutos la sopa con la olla tapada.











9.- En un plato hondo, colocar algunas de las piedras de la cocción. Espolvorear por encima de las piedras un poco de orégano seco y/o pimentón dulce.  






10.- Servir la sopa, cuidando de no mover las piedras.






11.- Agregar una cucharada de crema de leche en medio del plato y espolvorear con abundante queso rallado.Y listo!!! Nada mas rico para un dia de lluvia que una rica sopa calentita…Buen provecho !!!








El distraido tropezó con ella.
El violento la utilizó como proyectil.
El emprendedor construyó con ella.
El campecino, cansado, la utilzó de asiento.
Para los niños, fue un juguete.
David, mató a Goliat.
Y Miguel Angel le sacó  la mas bella escultura.
En todos los casos la diferencia no estuvo en la piedra, sino en el hombre.
Por ello: “No Existe piedra en tu camino que no puedas aprovechar para tu propio crecimiento”.


Comentarios